Bienaventurada la luz del sol y de la luna. El Cántico de las Criaturas es la música de fondo que acompaña a Francisco durante toda su vida. Brota luminoso al final de sus días, en la noche más oscura. El poema es expresión simbólica de su profunda experiencia con el sufrimiento físico y espiritual. A través de un lenguaje sagrado, Francisco se expresa a sí mismo, al tiempo que hace de sus palabras una expresión de la armonía del mundo.